Un enorme submarino ruso a propulsión nuclear que sufrió un incendio en diciembre tenía armas a bordo, inclusive misiles de largo alcance, en un episodio que puso a Rusia al borde de una catástrofe comparable a la de Chernobyl, afirmó el semanario Vlast, cuestionando la versión oficial.

De acuerdo con el semanario, la tripulación del submarino “Yekaterinburgo” ignoró prácticas regularmente aceptadas y aportó en Murmansk para trabajos de reparación con sus armas a bordo.

“La presencia de armas en el momento del incendio fue confirmada a Vlast por varias fuentes diferentes, tanto en el interior de la Marina rusa como en el comando de la Flota del Norte”, afirmó el diario.

No menciona declaraciones de oficiales sobre el tema, pero añade que la práctica usual consiste en que los submarinos quiten sus arsenales antes de aportar para realizar reparaciones.

Sin embargo, afirmó Vlast, factores poco comunes en el incendio sugieren que el navío transportaba 16 misiles de largo alcance con cuatro ojivas cada uno, así como torpedos, algunos de ellos con dispositivos nucleares.

El semanario afirmó que pocos días después de que el fuego fuese controlado, el submarino fue remolcado a una base militar secreta que recibe a una parte del arsenal nuclear de la Flota del Norte.

Para el semanario, no existen razones para que el navío -que será retirado de operaciones para ser reparado- sea llevado al depósito de armas a no ser que fuera para la remoción de los misiles nucleares.

Vlast también mencionó que los navíos que son sometidos a reparos entre misiones a veces aportan cargados con sus arsenales, porque la operación de carga y descarga de los misiles es demasiado lenta y retrasa las operaciones.

El submarino “Yekaterinburgo”, de 11.400 toneladas y clase Delta IV, inició sus operaciones en 1985, y junto a otras cinco naves similares forma la espina dorsal de la defensa nuclear marítima de Rusia.