Un presupuesto superior a los 1.600 millones de pesos por año costará el bombardeo de nubes para enfrentar un año de sequía en cuatro regiones del país. El proyecto tendrá financiamiento público – privado y comenzará a implementarse en Atacama, Coquimbo, Valparaíso y O’Higgins en mayo.

Este lunes la comisión de emergencia por la sequía definió el financiamiento que se usará para llevar a cabo el programa de estimulación de lluvias y siembra de nubes y que busca paliar los efectos de la sequía a largo plazo.

Se trata de un financiamiento público – privado que por año costará 400 millones de pesos por cada zona que se intervendrá. Así lo explicó el ministro de Agricultura subrogante, Álvaro Cruzat:

El programa se basa en el uso de componentes artificiales que buscan aumentar las precipitaciones entre un 15 y un 30 por ciento, dependiendo de las condiciones climáticas, y de esta forma aumentar el agua en embalses naturales.

Así también lo explicó Felipe Martin, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego:

El financiamiento será responsabilidad de las intendencias regionales de Atacama, Coquimbo, Valparaiso y O’Higgins, donde se implementará el proyecto y de los sectores privados agrícola, sanitario y minero.

Según dijo el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo, desde ahora comenzará el trabajo para coordinar a las empresas y captar los fondos.

De esta forma el sistema estaría operativo en mayo y se suma a otras medidas que aplica el gobierno, tendientes a garantizar el suministro de agua potable y de riego para los agricultores de las zonas afectadas por la sequía.