Los centros de votación abrieron el domingo en Venezuela para unas inéditas primarias organizadas por la oposición en las que se elegirá entre cinco candidatos al rival del popular presidente Hugo Chávez en los comicios de octubre, con el gobernador Henrique Capriles como favorito.

En las primeras primarias presidenciales organizadas en Venezuela, para las que se convocó a todos los electores, más de 3.700 colegios electorales empezaron a abrir a las 8 horas locales , bajo la vigilancia de miles de efectivos militares, y su cierre está previsto a las 16 horas.

Los resultados de la jornada electoral, que será supervisada por observadores del Centro Carter y por una delegación parlamentaria de la Unión Europea, se esperan en la noche cuando se dispongan de cifras “irreversibles”, según los organizadores.

Capriles, de 39 años, figura como favorito en las encuestas, con una cómoda ventaja sobre el segundo candidato, el también gobernador Pablo Pérez, de 42. Ambos están al frente desde 2008 de las dos regiones más pobladas y ricas del país, Miranda (norte, que abarca parte de Caracas) y Zulia (oeste, Estado petrolero), respectivamente.

Los otros tres candidatos, situados muy por detrás en los sondeos, son la diputada María Corina Machado, el ex embajador Diego Arria y el sindicalista Pablo Medina.

El ganador asumirá a partir del lunes una difícil batalla contra Chávez, que mantiene altas cotas de popularidad trece años después de su llegada al poder y aspira a un tercer mandato en los comicios del 7 de octubre, tras haber dado por vencido el cáncer que le fue diagnosticado en junio de 2011.

Sin atacar frontalmente a Chávez, defendiendo que el país necesita superar la polarización política y unir a todos los venezolanos, Capriles y Pérez se han destacado en la campaña del resto de contrincantes, con discursos más agresivos contra el mandatario y contra sus medidas de corte estatista.

Ambos gobernadores aspiran además a arrebatar al presidente sus votantes tradicionales, las clases populares, haciendo de la lucha contra la pobreza uno de sus principales caballos de batalla y prometiendo mantener y mejorar las políticas sociales del gobierno actual.

Capriles hace hincapié en que “viene un cambio en la forma” de gobernar y se muestra resuelto a reemplazar el “socialismo” de Chávez por un modelo inspirado en el brasileño.

“La clave es la superación de la pobreza, atada al crecimiento económico”, apuesta el gobernador, que empezó su carrera política con 25 años al ser elegido parlamentario y presidente de la Cámara de Diputados.

Miembro del partido Primero Justicia (socialcristiano) y apoyado entre otras por formaciones desprendidas del chavismo, este abogado soltero dispone según los sondeos del voto mayoritario del opositor independiente, diferenciándose de Pérez, candidato de las viejas formaciones venezolanas.

Pérez, partidario de poner fin a la centralización del país acentuada en los últimos años, confía en el voto de la militancia de los partidos tradicionales para revertir las encuestas y convertirse en el rival de Chávez.

“Se te acabó tu tiempo, ya son 13 años. Las cosas que hiciste bien las vamos a dejar y las malas serán eliminadas”, dice el zuliano, miembro del partido socialdemócrata Nuevo Tiempo, también abogado, casado y padre de tres hijos.

Con unos sondeos que hasta el momento le son favorables, Chávez asegura por su parte que le “da igual” quién sea su rival, confiado en ganar unas nuevas elecciones y mantener su propósito de gobernar el país hasta 2031.

La organizadora de las primarias, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ha evitado aventurar una cifra de participación, cuyo nivel determinará la fuerza con que el ganador arrancará la carrera presidencial.

Los analistas estiman que una movilización cercana al 10% del padrón electoral, de 18 millones de personas, sería considerada un éxito.

Tanto la MUD como los candidatos llamaron además a votar “sin miedo” después de que el gobierno difundiera una lista de los nombres de quienes en 2004 firmaron una petición de referendo revocatorio del mandato de Chávez y que derivó especialmente en represalias laborales.

Por eso, las máquinas de votación no captarán huellas, el uso de la tinta indeleble será opcional, los cuadernos electorales serán destruidos al cabo de 48 horas y el conteo de votos será supervisado por la MUD, aunque todo el proceso estará apoyado técnicamente por la autoridad electoral venezolana.

En una treintena de países, unos 65.000 venezolanos están llamados a votar en centros comerciales, sedes vecinales u otras organizaciones no oficiales.

“La información que viene desde Miami, España, Australia ha sido excelente. Realmente hay una concurrencia importante de venezolanos” en las primarias, dijo el domingo al acudir a votar la presidenta de la comisión electoral de la MUD, Teresa Albanes.

Además de elegir al candidato presidencial, los electores designarán a 17 aspirantes de la oposición a gobernadores y a 249 a alcaldes, para las elecciones regionales y municipales que se realizarán en diciembre y abril.