Señores BioBioChile:

Mi nombre es Daniela Muñoz González, vivo en compañía de mi familia compuesta por mi madre, hermana, una tía y su hija en la calle Carlos Condell # 759 de la comuna de Florida, quienes nos hemos visto en una triste y lamentable situación que tiene su inicio el día viernes 20 de Enero, fecha en la cual un profesional del área social de nuestra comuna le comunica a mi madre que el Municipio nos haría entrega de una casa, luego de un largo año de espera, ya que la nuestra había resultado gravemente dañada en su estructura producto del terremoto del 27 de Febrero de 2010.

Para optar a la recepción de este beneficio era necesario que nosotros tuvieramos que demoler nuestra casa con la ayuda de familiares y vecinos, junto con limpiar el espacio en el cual estableceríamos nuestro nuevo hogar y así lo hicimos. Ansiosos y llenos de esperanza esperamos llegue el día Lunes para recibir este anhelado regalo, tal como lo informó en su visita el Asistente Social Lorena Bazaur (profesional que se encuentra de vacaciones). Así fue como llegó el personal de la municipalidad y nuestra sorpresa fue muy grande cuando nos comunicaron que ” la casa” no era casa tal, sino que era una media agua con dos ventanas de aluminio y una puerta.

En vista de ello, mi familia rechazó la instalación de esta mediagua, ya que las especificaciones dadas por el profesional ya mencionado era que la casa tendría 2 dormitorios, living comedor,cocina y un baño.

Sentimos una gran frustración y pena al ver que nuestro hogar ya no existía y aquello que nos habían prometido no se estaba cumpliendo. Por lo cual, de inmediato nos dirigimos al departamento social de la municipalidad a contar sobre lo sucedido y ver cuál era su explicación, quienes respondieron que “nunca le dijimos que era una casa, más bien una casita, aquí en la municipalidad les decimos casitas a las mediaguas con ventanas de aluminio y una puerta”.

En vista de esto, solicitamos una hora con el alcalde Juan Vergara Reyes, quien nos dijo que él no podía hacer “nada” porque venía retornando de sus vacaciones y no se encontraba al tanto, cosa que un Alcalde no puede darse el lujo de contestar, ya que él es el dueño de casa y debe saber que pasa en ella.

El profesional Asistente Social interino nos comunica que nos entregarían otra mediagua; sin embargo, otra vez se burlan de nosotras, ya que la Jefa de personal del Municipio nos comunicó que sólo sería la mitad de una medigua, ya que habíamos rechazado la anterior y el flete de su traslado costaba $150.000 y la “casita” $1.800.000, dinero con el que el municipio no contaba.

Luego de esta humillante situación nos vimos forzados a tener que aceptar una “casita” para tener donde habitar.

Sinceramente no sabemos qué hacer y a quien recurrir, ya que no es la primera vez que el municipio nos promete beneficios que nunca llegan y nos perjudican enormemente.

Hemos tratado de seguir todos los conductos regulares para dar solución a nuestro problema y nadie nos ha escuchado, ni se ha puesto en nuestro lugar, ya que luego de haber tenido una casa con las condiciones necesarias pasamos a estar con menos de lo mínimo.

ATTE,
Daniela Muñoz González y Familia