El nivel del agua continuaba subiendo durante las primeras horas del lunes en el noreste de Australia, una zona que hace un año sufrió históricas inundaciones.

La mayoría de los 3.800 habitantes de la comuna rural de St George, la más afectada por las inundaciones, dejaron el domingo por la noche sus domicilios para refugiarse en los centros de alojamiento de las ciudades vecinas de Darby y Brisbane.

La alcaldesa, Donna Stewart, indicó el lunes que el río Balonne se desbordó por tercera vez en menos de dos años y alcanzaba los 13,48 metros, cuando los diques de contención son de 14,5 metros.

“No está totalmente excluido que los 14,5 metros se sobrepasen, pero es poco probable”, indicó Chris Leahy, un hidrólogo que trabaja en la Oficina de Meteorología.

Mientras tanto según señaló la primera ministra de Queensland, Anna Bligh, se trata de la mayor operación de evacuación jamás organizada en este Estado.

Desde hace una semana, varias zonas de Queensland y del Estado vecino de Nueva Gales del Sur están inundadas, tras la caída de lluvias torrenciales. Una mujer arrastrada en su coche por la corriente a finales de la semana pasada en Queensland ha sido la única víctima mortal.