La Casa Blanca advirtió este lunes a los aliados de Siria que apoyar al presidente Bashar al-Asad es una “apuesta perdedora”, luego de que China y Rusia bloquearan una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condenaba la represión contra la oposición.

“Apostar algo en favor de Asad es una receta para el fracaso”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney sin citar a Pekín o Moscú, argumentando que el poder que ejerce sobre el país el presidente sirio es “en el mejor de los casos, muy limitado”, enfrentando en forma sangrienta la revuelta que estalló en marzo de 2011, mientras que sus recursos financieros se agotan.

Carney calificó además de “régimen criminal” al gobierno de Damasco.

Rusia -aliado tradicional de Siria- y China, opusieron su veto el sábado a una resolución presentada ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Ese doble veto provocó la cólera de varios países árabes e indignó a los occidentales. Según varios diplomáticos y expertos occidentales, ello podría alentar al presidente Asad a continuar la represión contra los opositores sirios. El veto fue calificado como “licencia para matar” por parte de la oposición.