En libertad, previo pago de una fianza de 200 mil pesos quedaron los cuatro oficiales de Carabineros procesados por la muerte de los aspirantes Julio Ulloa y Sebastián Pinuer, ocurrida el 1 de febrero de 2011.

La decisión la tomó el fiscal militar Claudio Torrealba, luego de notificar durante toda la jornada al capitán Rodrigo Oakley, y los tenientes Sergio Molina, Nicolás Silva y Jesús Wastavino, del procesamiento por cuasidelito de homicidio.

De acuerdo a lo informado preliminarmente por la defensa de los implicados, todos apelarán ante la Corte Marcial, que en marzo debería sesionar para confirmar o revocar el encausamiento dictado durante este lunes.

Pinuer y Ulloa murieron tras realizar varios ejercicios físicos en el marco del proceso de instrucción como oficiales de Carabineros. Todo en medio de una ola de calor que por esos días alcanzó hasta los 32°.