El excampeón mundial de MotoGP, el español Jorge Lorenzo, pidió a los organizadores de la competición que reduzcan la velocidad máxima de las nuevas motos de 1.000 cc para mejorar la seguridad y evitar muertes como la del italiano Marco Simoncelli en 2011.

Lorenzo hizo estas declaraciones al finalizar los tres días de entrenamientos con las nuevas motos, más grandes y más rápidas, en el circuito de Sepang (Malasia).

El actual campeón del mundo, el australiano Casey Stoner, logró el jueves la vuelta más rápida de la historia del circuito, bajando de los dos minutos (1 minuto, 59 segundos y 607 milésimas) y superando el récord que había logrado el italiano Valentino Rossi en 2009 con una moto de 800 cc.

La marca lograda por el australiano, al haberse realizado fuera de la competición, no será oficial.

“Estamos en los albores de la era de las 1.000 cc”, dijo Mike Webb, director técnico de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), a AFP.

“Los pilotos disfrutan con la moto, los espectadores podrán hacerlo mucho más de las carreras y será mucho más fácil y seguro pilotar”, explicó.

Pero Lorenzo, campeón del mundo en 2010 con Yamaha, se mostró en desacuerdo y explicó que no se siente cómodo pilotando motos que pueden alcanzar los 320 kilómetros por hora.

“No me siento bien cuando alcanzo la velocidad máxima, tenemos que reducirla si queremos que haya seguridad en nuestra categoría”, explicó el piloto mallorquín.

Por su parte, otro español, Dani Pedrosa, de Honda, señaló que algunas quejas vienen de los problemas con el chasis y la vibración que se produce por frenar bruscamente.

“Cuando se traza la curva, vibra el chasis y es algo muy difícil de solucionar, seguramente ellos (Honda) se encuentran con este problema”, comentó Pedrosa a los periodistas.

Pero en el seno de los equipos se confía en controlar las novedades a tiempo para el comienzo de la temporada en abril en Catar y admiten la expectación creada con los cambios introducidos.

“Queremos recuperar las buenas carreras y la popularidad que tuvimos durante la era de las 990 cc de MotoGP”, senaló Webb.

“Esto es bueno para el espectador”, agregó el siete veces campéon del mundo, Valentino Rossi, quien restó importancia a cualquier cuestión referente a la seguridad de los pilotos. “La moto es más divertida”, comentó el italiano.

“Me gustan las 1.000 cc, estas motos son más fáciles de conducir, para mí la velocidad es algo impresionante y no creo que sea más peligroso”, dijo Rossi.

“Las motos podrán acelerar a la salida de las curvas, así que habrá más oportunidad para los adelantamientos”, comentó Webb.

El director de la FIM explicó que este año ha aumentado la participación en MotoGP a 22 pilotos ya que para los equipos es más barato construir motores de 1.000 cc. El año pasado fueron 17 los pilotos que compitieron por el título.

Webb también señaló que las transmisiones son más suaves en las motos grandes, lo que hace que el desplazamiento sea más fácil y ayude a evitar los accidentes.

Pero recordó que es imposible “conseguir una seguridad del 100% por 100%”. “Estamos muy contentos con el nivel de protección conseguido y las posibilidades de que algo vaya mal son muy bajas”, dijo.

En octubre de 2011, Marco Simoncelli falleció en el circuito de Sepang, donde esta semana se han llevado a cabo los entrenamientos, después de un accidente en el que se vieron involucrados también Colin Edwards y Valentino Rossi.