Irak depende demasiado económicamente de su vecino iraní para plegarse al régimen de sanciones impuesto a Teherán por Estados Unidos y pedirá a Washington que lo exima de ello, afirmó a la AFP el portavoz gubernamental iraquí.

Irán está sometido a sanciones económicas impuestas por los occidentales, sobre todo por Estados Unidos y la Unión Europea, para obligarlo a renunciar a su programa nuclear polémico.

“A Irak no le resulta posible seguir estas sanciones”, declaró el portavoz del gobierno iraquí Ali al Dabagh. “Consideramos nuestros propios intereses”, dijo.

“Dentro de unos días, presentaremos una solicitud de exención a Estados Unidos”, añadió, y recalcó que Irak quería preservar sus intereses en Estados Unidos. Consultada, la embajada estadounidense en Bagdad no ha querido hacer comentarios.

“Tenemos relaciones financieras muy importantes entre los sectores privados de Irak y de Irán, puesto que Irán es el principal abastecedor de numerosos productos alimenticios y de otras materias primas aquí en Irak”, recalcó el portavoz.

Los intercambios comerciales, de electricidad y de productos petroleros ascienden a miles de millones de dólares, explicó.

Irak “quiere seguir las regulaciones internacionales” y aplicó las anteriores sanciones contra Irán, pero las nuevas restricciones aplicadas al Banco Central Iraní plantean problemas debido al papel de esta institución en las transacciones comerciales, recalcó.