Francia prometió reforzar la regulación y el monitoreo interno de las prótesis mamarias y pidió el refuerzo de los controles en toda Europa después del estallido de un escándalo internacional por las prótesis defectuosas de la fábrica francesa PIP.

El ministerio francés de la Salud emitió una nota oficial en la que afirmó que habrá refuerzo en las inspecciones a fabricantes de productos médicos, con un aumento del número de inspectores y visitas a las fábricas que serán “más numerosas y no anunciadas”.

El ministro Xavier Bertrand sugirió la necesidad de adoptar una regulación y un monitoreo más rígido del sector no sólo a nivel nacional sino en toda Europa. “Este refuerzo debe hacerse a dos niveles, nacional y comunitario”, afirma el documento.

El informe sostiene que Francia presionará a la Unión Europea (UE) para que “fortalezca la seguridad en relación a estos dispositivos medicinales” y pidió a las autoridades locales que tornen más severa la inspección, tanto la que se realiza regularmente como también con visitas sorpresivas.

Se estima que unas 400.000 mujeres en todo el mundo recibieron implantes mamarios producidos por Poly Implant Prothese (PIP), que cerró en 2010 luego de descubrirse que rellenaba sus prótesis con un gel de silicona de tipo industrial y no medicinal.