La violencia, que se intensificó estos últimos días y se acercó a la capital siria, Damasco, causó este domingo 66 muertos de los cuales 26 civiles, informó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Ocho personas de las cuales un niño de 9 años murieron por bala en la provincia de Homs, cuatro murieron más al sur en la ciudad y la región de Hama, cinco en la provincia de Idleb (noroeste) y dos en la ciudad de Jasem, provincia de Deraa, según el OSDH.

Estas informaciones no pueden ser confirmadas por una fuente independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades a la prensa extranjera en Siria, en donde una revuelta contra el régimen es duramente reprimida desde hace más de diez meses.

Los actos violentos se acercaron considerablemente de la capital estas últimas horas. Seis personas murieron en operaciones militares y enfrentamientos en la región de Damasco mientras que una persona fue alcanzada por disparos cuando participa en un funeral en el barrio de Juber, en la capital, según el OSDH.

También hubo 40 muertos entre las fuerzas gubernamentales y los desertores, agregó el OSDH, de los cuales 26 soldados que murieron en atentados en la región de Damasco y en Kansafra y Jan Sheijhun, en la provincia de Idleb.

Cinco miembros de las fuerzas de seguridad murieron en enfrentamientos cerca de la ciudad de Zabadani (región de Damasco) y en una emboscada cerca de Saraqeb (provincia de Idleb).

Además nueve desertores murieron en las regiones de Damasco, Idleb, Hama y Homs, según la OSDH.

Por otra parte el OSDH informa sobre la muerte de un civil por torturas en la provincia de Idleb.