El Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) se refirió a la preocupación de que, la aprobación, en general, del proyecto que rebaja a 2% la tasa de interés del Crédito con Aval del Estado (CAE), constituya una carga futura desproporcionada que no podría ser abordada.

Al respecto, comentó que quien pide este crédito, al igual que quien pide un crédito hipotecario o de consumo, “tiene el deber de informarse y evaluar la conveniencia de tomarlo, considerando el costo de las cuotas futuras, versus el beneficio de poseer un título universitario o profesional (expresado normalmente como un aumento en su ingreso del trabajo)”.

Añadió que, sin duda, el bajar la tasa del CAE desde un 5,2% al 2% permitirá disminuir las cuotas y por lo tanto es una medida que resultará beneficiosa para los estudiantes.

Asimismo, destacó que esta iniciativa debería complementarse con otras referentes a la fiscalización de las instituciones de Educación Superior y a la transparencia en la definición de los aranceles por parte de las casas de estudio, de tal forma que haya claridad respecto a los montos, sin posibilidad de inflarlos artificialmente.

En este sentido, dijo, “parece una opción razonable, dar cierta responsabilidad a la institución sobre el pago futuro del préstamo, para que, por un lado, tenga incentivos a no subir artificialmente los aranceles, y por otro, a entregar educación de calidad que asegure que el egresado será capaz de pagar su deuda futura”.