La totalidad de los integrantes del consejo del Banco Central optó por reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en la reunión de enero pasado de 5,25% a 5%, ya que tenía como ventaja responder ante el deterioro del escenario externo, anticipándose a sus probables efectos negativos sobre el crecimiento y la inflación de tendencia en Chile, detalla la minuta entregada por el instituto emisor.

La decisión, añaden, no estaba exenta de riesgos, considerando que aún era incierta la intensidad del impacto de la situación externa sobre el país. Sin embargo, la política monetaria afecta con rezagos relevantes a la demanda y la inflación, por lo que debía actuar necesariamente en función de la evolución esperada de estas variables, aun sobre la base de información incompleta.

Asimismo, todos los consejeros coincidieron en que los riesgos provenientes del escenario internacional y sus efectos en la economía nacional seguían dominando el escenario macroeconómico y justificaban la necesidad de una política monetaria más expansiva, que proveyera a la economía de condiciones más favorables para enfrentar los cambios del entorno externo.

Además plantearon que reducir la TPM era coherente con el comienzo de un proceso de relajamiento monetario que se había estado anunciando desde hace unos meses y que tenía como causa fundamental un escenario externo adverso.