El Fondo Monetario Internacional afirmó el miércoles que “no había pedido” al Banco Central Europeo” que “jugara ningún rol particular” en la reestructuración de la deuda soberana griega, actualmente en negociación entre el país y sus acreedores.

“El Fondo no tiene ninguna opinión sobre la contribución relativa del sector privado y el impulso del sector público” y “no pidió al BCE que jugara un rol especial”, afirmó un portavoz del FMI en un comunicado, desmintiendo informaciones sobre que la entidad quería que el banco asumiera pérdidas en su cartera de bonos griegos.

“Para garantizar la sustentabilidad de la deuda de Grecia, es esencial que el nuevo programa se apoye en una combinación de la participación del sector privado y un apoyo del sector público que rebajará la deuda al 120% del PIB de aquí al 2020″, agregó.

La “participación del sector privado” se refiere a la cancelación de la deuda que detentan los bancos y otras instituciones financieras. En cuanto a los acreedores públicos de Grecia, son los socios europeos de Atenas y el propio FMI.

El BCE ha ayudado a Grecia con la compra desde mayo de 2010 de algunos de sus títulos en el mercado de deuda por unos 45 millones de euros, según un representante de un banco central de la zona del euro.

“El Fondo no tiene opinión acerca de la contribución relativa del sector privado y del sector público para lograr este objetivo” del 120% de la deuda en 2020, expresó el portavoz del Fondo.

“De acuerdo con este punto de vista, el FMI no pidió al BCE que desempeñe un papel especial”, agregó.

El Financial Times, en su edición del miércoles, informó que el FMI estaba presionando a la institución de Fráncfort para que participe de una u otra forma en el esfuerzo colectivo de ayuda a Grecia, aceptando las pérdidas por informes de los montos adeudados por el país.

La directora general del FMI, Christine Lagarde, estimó el miércoles que si los bancos no hacen un gesto suficiente, los acreedores deben “también estar involucrados en el esfuerzo financiero”.