La ley aprobada por el Parlamento francés que castiga la negación del genocidio armenio, durante el Imperio Otomano, es “discriminatoria” y “racista”, declaró el martes el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, denunciando una “masacre de la libertad de pensamiento”.

“El proyecto (de ley) adoptado en Francia es discriminatorio y racista”, declaró Erdogan en el Parlamento turco. El Parlamento francés adoptó definitivamente el lunes, después de un último voto en el Senado, un proyecto de ley que castiga con un año de cárcel y una multa la negación del genocidio armenio, un término rechazado por Turquía.

Erdogan afirmó que esta ley es completamente nula y sin valor para Turquía y afirmó que su país impondrá “etapa por etapa” las sanciones contra Francia que ha previsto, “sin echar pie atrás”.

“Vamos a anunciar nuestro plan de acción en función de la evolución de este tema”, advirtió, afirmando que “Turquía aún está en una etapa de paciencia”.

El presidente francés Nicolas Sarkozy, iniciador de este proyecto de ley que provocó una grave crisis entre Ankara y París, tiene en principio quince días para promulgarlo.

El jefe del gobierno turco, que en su discurso utilizó en relación a París un tono más moderado que lo esperado, manifestó la esperanza de que Francia “repare su error”.