Los consejeros regionales de la Concertación intentan dejar atrás los conflictos con el Intendente del Bío-Bío, los que motivaron una masiva renuncia a diferentes presidencias al interior del consejo. Quieren llegar a un acuerdo que permita incluir las iniciativas de la oposición en la agenda del gobierno.

Fueron las renuncias de 7 consejeros de opocisión a sus respectivos cargos en presidencias o vicepresidencias de comisiones, las que detonaron el conflicto al interior del consejo regional. A días del quiebre, se reunieron por primera vez con el intendente Víctor Lobos, en una cita que calificaron de “honesta”, y en la que pudieron poner sobre la mesa todas las diferencias que hoy los dividen.

Particularmente, aquellas discrepancias en torno a la forma de dirigir la región, que no se condice con las necesidades de la ciudadanía, según planteó Victor Valenzuela, jefe de la bancada del Partido Socialista en el consejo, quien sin embargo, vislumbra la voluntad de establecer mejoras al interior del CORE.

Fue un cúmulo de motivos que separaron a los consejeros demócrata cristianos y socialistas, del resto del consejo, dirigido por el intendente Lobos. Situaciones que como explicó Marcelo Chávez, jefe de bancada de la DC, se relacionan con intervenciones electorales, la política de despidos – a su juicio selectiva – y con la falta de equidad en la tramitación de proyectos. Quieren mejorar el ambiente reincorporando por ejemplo, proyectos postergados:

Las diferencias siempre existieron, pero se acrecentaron con la masiva renuncia de los consejeros de oposición, que no estaban de acuerdo con la gestión del gobierno regional en las últimas semanas. Lo que buscan ahora, aseguran, es mejorar la relación política en beneficio de la región, dejando de lado prácticas poco transparentes.