El estado de Australia impondrá un embargo petrolero contra Irán, siguiendo el ejemplo de la Unión Europea (UE), según anunció este martes el ministro australiano de Relaciones Exteriores, Kevin Rudd, junto a su par en Londres.

“No sólo aprobamos la acción tomada en Bruselas para Europa. Nosotros, por supuesto, vamos a hacer lo mismo para Australia”, afirmó Rudd anunciando “las mismas medidas paralelas” en una rueda de prensa conjunta con su homólogo británico, William Hague.

“La razón es muy clara. Hay que enviar un mensaje al pueblo de Irán, a las élites políticas de Irán y al gobierno de Irán de que su conducta es globalmente inaceptable”, agregó el ministro tras reunirse con Hague.

Los ministros de Exteriores de la UE impusieron el lunes un embargo petrolero sin precedentes a las importaciones de petróleo iraní, que entrará en vigor a partir del 1 de julio, para forzar a ese país a retomar las negociaciones sobre su programa nuclear.

El acuerdo prohíbe a los países europeos establecer nuevos contratos en el sector petrolero con Irán, segundo productor de la OPEP después de Arabia Saudita, como castigo por su programa nuclear que, según los occidentales, tiene como objetivo la bomba atómica.

Estados Unidos celebró la decisión y prometió imponer en el futuro “nuevas sanciones para aumentar la presión sobre Irán”.

Para finalizar, un grupo de responsables iraníes minimizaron el impacto de un embargo y afirmaron que sólo contribuirá a subir los precios del crudo.