La magia de los Oscar se gesta en una polvorienta fábrica de Chicago, donde se fabrican, en una burbujeante tina, las estatuillas que en una semanas alzarán las victoriosas estrellas de cine en la 84 entrega de los premios de la Academia de Hollywood.

En las instalaciones de R.S. Owens, la empresa que ha hecho las estatuillas de los Oscar desde 1982, la aleación de estaño se vierte en un molde y se enfría rápidamente.

Pero se necesitan 40 horas de trabajo preciso y delicado antes de que el dorado trofeo esté listo para las luces de la mayor gala de la industria del cine.

El Oscar -con su icónica mandíbula cuadrada, su ancho pecho y su espada- es rápidamente alisado a martillazos antes de darle un cuidadoso pulido. Tras borrarle los defectos y lograr el brillo de un espejo, la estatuilla se sumerge a mano en tinas cargadas eléctricamente de cobre fundido, níquel, plata y oro de 24 quilates.

A continuación, la imagen se vuelve a pulir antes de cubrirla con una brillante laca antes de atornillarla a su pesada base y meterla, con guantes blancos, en su correspondiente caja.

La fundición artesanal es un arte en vías de extinción, pero la Academia de Hollywood está dispuesta a pagar un alto precio por mantener la reputación de uno de los trofeos más codiciados y reconocidos del mundo.

Los peligros de buscar alternativas más baratas quedaron en evidencia en los Globos de Oro el año pasado, cuando Robert De Niro se presentó con las manos vacías en la sala de prensa después de recibir un premio por su trayectoria.

“La parte superior se cayó”, le dijo a los periodistas. “Van a tener que soldarlo de nuevo”.

R.S. Owens es el último fabricante de trofeos que queda en Estados Unidos. La mayoría de los premios entregados en los torneos deportivos infantiles se hacen ahora en China.

R.S. Owens ha luchado por mantener el negocio en marcha, centrándose en premios de “prestigio”, como los Oscar, los Emmy, los MTV Music, el Premio Internacional de Publicidad de Londres, y el mercado corporativo.

Sus vitrinas están llenas de figuras conocidas en Estados Unidos, como el Jolly Green Giant, la mascota de la firma de vegetales congelados Green Giant, o el Pillsbury Doughboy, un muñeco de masa ícono publicitario de esa empresa de alimentos.

Sin embargo, R.S. Owens tuvo que despedir a cerca de un tercio de su personal después de la crisis económica de 2008.

“A muchos de los prestigiosos clientes que hemos perdido no le importaba fabricar sus estatuillas en China”, dijo Scott Siegel, cuyo padre fundó R.S. Owens en 1938.

“Sólo se preocupaban por el precio, especialmente con la recesión, cuando eso agudizó aún más. Estoy empezando a ver señales de cambio. Hay más interés en proteger las fuentes de trabajo en Estados Unidos”.

Algunos clientes regresan por problemas de calidad, más después de que R.S. Owens descubrió que un premio de un competidor, que había sido entregado a niños, era de plomo sin capa protectora.

Otros están regresando por la facilidad del servicio: las entregas y las reparaciones llegan antes, dijo Siegel.

Siegel se enorgullece especialmente de la reacción de su compañía cuando años atrás un envío de 55 premios Oscar fue robado unas semanas antes de la ceremonia de premiación.

Trabajaron día y noche y lograron hacer los reemplazos en sólo 10 días, cuando el proceso generalmente lleva unas seis semanas.

Las estatuillas robadas fueron encontradas en un contenedor de basura unos días antes de la ceremonia, pero la Academia se quedó con los Oscar extra -y un puñado más- para asegurarse de no quedarse nunca más con las manos vacías.

Las nominaciones para los 84 premios de la Academia de Hollywood se anuncian este martes a las 13H30 GMT. La ceremonia de premiación se transmitirá en todo el mundo el 26 de febrero.