Cientos de colombianos católicos se volcaron el viernes a la Catedral Primada de Bogotá para adorar y elevar sus peticiones al beato Juan Pablo II, representado en unas gotas de su sangre expuestas en un relicario de cristal, constató un reportero de la AFP.

Monseñor Juan Vicente Córdoba, Secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia, dijo que los católicos colombianos quieren “encomendarle al beato Juan Pablo II, a través de su sangre, que interceda para que podamos hacer la paz”.

Colombia, un país mayoritariamente católico, desde hace cerca de medio siglo padece un conflicto interno armado por la lucha de guerrillas izquierdistas contra el Estado, agravado por la acción de grupos armados de extrema derecha y las bandas del narcotráfico.

La sangre del extinto papa Juan Pablo II, que llegó procedente de Alemania, permanecerá en la Catedral Primada de Bogotá, en el centro histórico de la ciudad, hasta el sábado, expuesta dentro de una urna de cristal.