El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se planteó hoy viernes anticipar el retiro de sus tropas de Afganistán y anunció la suspensión de las operaciones de entrenamientos después que un militar afgano matara a cuatro soldados franceses.

“Las fuerzas armadas francesas están al lado de sus aliados, pero no podemos aceptar que un solo soldado nuestro sea matado o herido por nuestros aliados. Es inaceptable y no lo aceptaré”, declaró Sarkozy, que precisó que el Ministro de Defensa, Gerard Longuet, viajó de inmediato a Afganistán.

“Todas las operaciones del ejército francés de formación y de ayuda al combate quedan suspendidas”, afirmó el presidente en un discurso ante el cuerpo diplomático.

“Si no se establecen claramente las condiciones de seguridad, entonces nos plantearemos la cuestión de un retiro anticipado del ejército francés”, advirtió Sarkozy.

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) había anunciado momentos antes, la muerte de cuatro de sus soldados por disparos de un militar afgano y precisó que se había detenido al soldado local.

El ataque se produjo en el distrito de Tagab, en la provincia de Kapisa, zona de despliegue de las fuerzas francesas, por lo que prohibieron el acceso de los soldados afganos a la base, indicó una fuente.

El pasado 29 de diciembre, un soldado afgano ya había matado a dos legionarios franceses que lo estaban formando en la provincia de Kapisa, al noreste de Kabul, una región infiltrada por la rebelión de los talibanes.

Los cuatro muertos de hoy elevan a 82 el número de militares franceses que murieron en Afganistán desde el inicio del despliegue de una fuerza internacional a finales de 2001.

Francia tiene actualmente 3.600 soldados desplegados en Afganistán, después de que 400 fueran retirados en el pasado mes de octubre. En total, 130.000 militares extranjeros, mayoritariamente norteamericanos, se encuentran actualmente en dicho país.