El preso político cubano Wilmar Villar, de 31 años, falleció este jueves en un hospital de la ciudad oriental de Santiago de Cuba después permanecer unos 50 días en huelga de hambre, dijo a la AFP el activista opositor Elizardo Sánchez.

Villar dejó de ingerir alimentos en protesta por la condena de cuatro años de prisión que le impuso el 24 de noviembre un tribunal cubano, lo que deterioró su salud y derivó en su muerte este jueves hacia las 18H45 locales (23H45 GMT), dijo Sánchez.

Sánchez, quien dirige la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, dijo que Villar pasó varios días en “estado crítico”, en una sala de cuidados intensivos del Hospital Clínico Quirúrgico de Santiago de Cuba, 900 km al sureste de La Habana, donde había sido recientemente hospitalizado.

“El fue trasladado al hospital después de unos 50 días en huelga de hambre”, dijo el activista.

“La Comisión considera que toda la responsabilidad moral, política y jurídica en relación con la muerte de Wilmar, recae en el gobierno de Cuba, pues él se encontraba bajo la custodia de las autoridades”, añadió Sánchez, al subrayar que se trataba de una “muerte evitable”.

Las autoridades cubanas no han informado sobre este caso, pero en un hecho inusual el bloguero oficialista Yohandry, habitualmente bien informado sobre lo que acontece en la isla, dijo en su blog (www.yohandry.com) que Villar “murió a causa de un fallo multiorgánico por sepsis generalizada”.

Se trata del segundo preso político que muere en huelga de hambre desde 2010 cuando falleció en un hospital de La Habana Orlando Zapata, de 42 años, considerado “prisionero de conciencia” por la organización de derechos humanos Aministía Internacional, tras un ayuno de 85 días.