Turquía pidió el viernes a los senadores franceses rechazar una proposición de ley sobre el genocidio armenio que provoca una grave crisis entre Turquía y París, mientras el presidente francés Nicolas Sarkozy trataba de buscar la calma.

“Invito a los senadores franceses a hacer una profunda reflexión; si votan (el texto), su decisión no tendrá ninguna validez”, advirtió el ministro turco de Relaciones exteriores, Ahmet Davutoglu.

“Los que explotan la historia serán las víctimas de esa utilización”, dijo a la prensa.

Los senadores franceses se pronunciarán el lunes sobre esta proposición de ley, ya aprobada por los diputados, que castiga la negación del genocidio armenio de 1915, que Turquía siempre ha negado con firmeza.

La comisión de leyes del Senado rechazó el miércoles el texto, expresando las fuertes reticencias de una parte de la cámara alta. Pero el texto será votado el lunes en sesión, debido a que podría perfilarse una mayoría a favor.

En carta al Primer ministro Recep Tayyip Erdogan, de la que la AFP obtuvo copia, el presidente francés pidió que “prevalezca la razón”.

Después de la votación de la cámara baja el 22 de diciembre, Turquía congeló su cooperación militar y política con Francia y la adopción final del texto podría provocar, según fuentes del gobierno, que ese país llame a su embajador en Francia y exija la salida del embajador francés de Turquía, además de reducir el nivel de su representación diplomática en Francia.

Erdogan acusó a Francia, cuando era potencia colonial, de haber orquestado “un genocidio” en Argelia.

Turquía rechazó el término de genocidio, incluso si reconoce que masacres fueron cometidas y que 500.000 armenios murieron en Anatolia entre 1915 y 1917, mientras los armenios adelantan la cifra de 1,5 millón de muertos.