Por todos es conocido que la exposición exagerada al sol en muy peligrosa, no sólo por el riesgo de cáncer a la piel, sino por los graves efectos que puede generar a corto plazo.

Exponerse sin protección al sol, y sin usar alguna crema hidratante posterior, provoca el desagradable y poco estético “despellejamiento” o descamación de la piel. Cuando comenzamos a cambiar la piel y vemos cómo se sale la pequeña tela que cubre nuestro cuerpo, es un claro síntoma del dqaño que el sol produjo en la piel, un daño que genera envejecimiento prematuro de la piel y, a la larga, el temido cáncer.

En conversación con BíoBío en Verano de Valparaíso y Viña del Mar, el médico dermatólogo Antonio Guglielmetti dio una serie de recomendaciones para procurar mantener la salud en el órgano más importarte y grande del cuerpo: nuestra piel.

A juicio del profesional, lo mas importante evitar quemarse a nivel tal de llegar a esta descamación. Esto llega única y exclusivamente cuando la piel toma un color rojizo intenso y con mucho ardor.

Ahora si esta llegó lo más importante es poder sobrellevar el dolor con compresas frias, con cremas que contengan antiinflamatorios o antihistamínico. Para evitar la descamación es fundamental la hidratación, por lo que es recomendable usar cremas con aloe vera y o vitamina E, ambas son calmantes e hidratantes para la piel.

La gente de piel morena tiene menos riesgos que aquellas personas que tienen la piel de colores claros. Si bien la exposición al sol puede generar graves consecuencias en gente blanca y morena, estos últimos, al tener más melanina (una suerte de filtro solar natural de la piel) tienen una mayor capacidad de protección a los rayos UV.

Escuche más detalles de la entrevista al médico dermatólogo Antonio Guglielmetti, en BíoBío en Verano con Karen Cortés: