Una revista de Al Qaida fue descubierta en la base de Guantánamo (sur de Cuba), según reveló este miércoles un responsable del tribunal militar de la prisión estadounidense, donde se han puesto en marcha nuevas reglas para inspeccionar los correos de los detenidos.

El personal de Guantánamo encontró un número de la revista “Inspire” en la prisión, declaró la adjunta del fiscal militar, Andrea Lockhart, al tribunal en que comparecía el presunto cerebro del atentado contra el navío “USS Cole”, realizado en 2000 en el puerto de Aden (Yemen), en el contexto de un debate consagrado al control de correos entre los detenidos y sus abogados.

Lockhart no precisó cómo entró en la base militar la publicación en inglés de Al Qaida en la península árabe, ni si había sido encontrada en una revisación de las celdas.

De todas formas, indicó que las nuevas reglas de inspección de correo entre abogados y detenidos se habían instaurado luego del descubrimiento de la revista, la cual incluso en alguna edición llegó a dar instrucciones para montar bombas.

El reglamento, que entró en vigor el 27 de diciembre por razones de seguridad, suscitó la protesta de los abogados que ejercen en Guantánamo.

“Ese fue el inicio de la revisión de las normas de la base (…) que no estaban funcionando. Y había material que estaba ingresando, como la revista Inspire, que no debería haber entrado”, dijo Lockhart.

El debate sobre esta cuestión tomó casi cuatro horas de una audiencia preliminar destinada a fijar fecha para el proceso del saudita Abd al-Rahim al- Nashiri, acusado del atentado de 2000 contra el “USS Cole” y primer detenido que podría enfrentar la pena de muerte en un tribunal militar de excepción bajo la administración Obama.

Funcionarios militares han ordenado que las cartas y correos electrónicos recibidos por el sean revisados sistemáticamente, lo cual fue impugnado por sus abogados.

Se trata de una “violación de la confidencialidad entre abogado y cliente”, dijo Stephen Reyes, uno de los abogados defensores de Nashiri, quien agregó que esto “debe parar”.

Entre los 171 hombres que aún permanecen en Guantánamo, algunos languidecen allí desde que la cárcel fue abierta hace 10 años para albergar “combatientes enemigos” detenidos en el marco de la “Guerra contra el terror” lanzada por Estados Unidos tras los ataques terroristas del 11 de setiembre de 2001.