El presidente del directorio de La Polar advirtió que ante las altas multas aplicadas por las repactaciones unilaterales, la compañía podrían llegar a la quiebra.

César Barros se refirió a las medidas que debe enfrentar la tienda por el fraude, señalando las compensaciones a los consumidores por un lado, donde aseguró que “nunca hemos negado que se cometieron infracciones y nunca nos hemos negado a compensar a los consumidores”.

Por otro lado, manifestó su preocupación por las multas, donde afirmó que podrían llegar “a unos 5 mil millones de dólares”, lo que sumado al capital negativo y al convenio judicial preventivo, la empresa podría caer en quiebra.

En ese sentido, advirtió que de quebrar “no hay plata para pagar la multa, ni para compensar a los consumidores, se van 7 mil familias a la calle, se crea un hoyo en los fondos de pensiones y se va un importante actor del retail”.

“Esto es lo que le fuimos a plantear al Ministro, que los cuidados del sacristán no nos maten al señor cura”, sentenció Barros.

El ejecutivo fue enfático en que se debe distinguir entre “la antigua” y la nueva La Polar, cuyo directorio y ejecutivos no tienen nada que ver con los anteriores, indicando que de los 40 gerentes que habían antes del escándalo, hoy sólo quedan 9.

Aclaró también que no están en guerra con el Sernac, institución de la que valoró el haber “destapado” este tema, sino “habría estado oculto por un año o dos años más, y a lo mejor el problema habría sido mucho más grande”.

Estas declaraciones se dan tras la reunión que sostuvo Barros con el ministro de Economía Pablo Longueira, quien manifestó respaldo a la empresa para evitar la quiebra.