Al menos once civiles murieron el martes en Siria, ocho de ellos al estallar una carga al paso del minibús en que viajaban, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) en un comunicado.

En la provincia de Idleb (noroeste), “ocho sirios murieron al estallar una carga al paso de su minibús en la ruta que une a Idleb con Alep” (norte), indicó la OSDH, con sede en Gran Bretaña.

La OSDH dijo que ignoraba la identidad de los autores del atentado.

En Homs (centro), uno de los bastiones de la protesta contra el régimen del presidente Bashar al Asad, transportes de tropas blindados que circulaban en la calle al Qahira “abrieron fuego ciegamente, matando a un civil e hiriendo a otros nueve”, agregó la OSDH.

Por otra parte, en Alep, la segunda ciudad de Siria, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo allanamientos en la Ciudad Universitaria después de una manifestación organizada el lunes por estudiantes. Las fuerzas de seguridad rompieron los muebles en los dormitorios y arrestaron a algunos estudiantes.

Desde mediados de marzo, Siria está sacudida por una revuelta popular contra el régimen de Asad, cuya represión ha costado la vida a por lo menos 5.400 personas, según la última estimación de las Naciones Unidas.

La represión continúa a pesar de la presencia desde el 26 de diciembre de decenas de observadores árabes encargados de supervisar, entre otras cuestiones, la aplicación de un plan para salir de la crisis.