La fiscalía italiana solicitó el martes al tribunal de Grosseto (centro) que mantenga la orden de detención para el capitán del crucero “Costa Concordia”, que naufragó el viernes en la isla italiana del Giglio, indicó el fiscal Francesco Verusio.

“Hemos pedido a los jueces que confirmen la orden de detención”, declaró Verusio, quien acusa al oficial de haber cometido “errores” en la trayectoria de la ruta y durante la evacuación de emergencia.

Verusio interrogó este martes durante más de tres horas al comandante del crucero, Francesco Schettino, de 52 años, acusado de homicidio múltiple, naufragio y abandono de la nave.

El oficial corre el riesgo de ser condenado a penas de hasta 12 años de cárcel.

El director ejecutivo de la compañía propietaria del crucero, Pierluigi Foschi, aseguró el lunes que es indiscutible que hubo un “fallo humano” en el accidente, aunque aclaró que la empresa prestará apoyo jurídico al oficial.

“La compañía también tiene la obligación de proteger a sus 24.000 empleados”, explicó.

Numerosos testigos y guardacostas destacaron también que el barco navegaba demasiado cerca de las costas, haciendo una maniobra llamada “inchino” (reverencia en italiano), con todas las luces y las sirenas activadas, para saludar a los 800 habitantes.