El Índice de Expectativas Empresariales (IEE) de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) registró un nuevo deterioro, aunque esta vez moderado, al bajar a 63 puntos en diciembre pasado, desde los 64 puntos anotados en septiembre y ajustado a un estado de incertidumbre vinculado al escenario internacional.

Por este motivo, la percepción de empeoramiento en los próximos 12 meses -sobre todo en las grandes empresas- se reproduce por la vía de un mayor pesimismo en las condiciones económicas generales.

Con esta caída se completan cuatro trimestres consecutivos de retroceso en el IEE, conformando el ciclo descendente más prolongado desde que se lleva registro de este índice (2003).

Estos cuatro movimientos a la baja han hecho caer el IEE en 15 puntos, lo que constituye además el mayor retroceso después del registrado en la crisis global en 2008, que sumó una pérdida de 20 puntos.

En su calidad predictiva de los ciclos económicos, estos antecedentes son fuertemente sugerentes de que la economía chilena posiblemente continúe su proceso de desaceleración durante los primeros dos trimestres de 2012. Una estimación sobre la base de correlaciones lineales permite predecir un crecimiento cercano al 3% a 3,5% promedio en la primera parte del año, coincidiendo con las proyecciones de carácter macroeconómico que imperan actualmente en el mercado.

En todo caso, pese a la caída sin precedentes del IEE, las expectativas empresariales siguen ubicadas en la zona de optimismo, por sobre la frontera anímica de los 50 puntos (el índice se mueve entre 0 y 100). Además, permanece muy por sobre del mínimo de 45 puntos anotado a fines de 2008, previo a la crisis de 2009, aunque por debajo del promedio de largo plazo de 67 puntos.

Asimismo, considerando la magnitud de la caída del IEE, el ajuste de expectativas podría estar cerca de concluir. La disminución del índice fue de un punto en esta oportunidad, inferior a las registradas en los tres trimestres precedentes, por alrededor de cinco puntos cada una. Ello sugiere que el proceso de desaceleración del PIB no debería extenderse más allá del segundo trimestre de 2012 y que en la segunda parte del año la economía debería entrar nuevamente en una fase ascendente.

Por ahora, el deterioro en el sentimiento de negocios es palpable en todos los segmentos empresariales. Independientemente de su tamaño, las empresas declaran percibir un entorno global más frágil y condiciones menos propicias para invertir, crear empleo y generar ingresos. Además, la misma moderación de la actividad económica ha dejado campo para aliviar la presión por capacidad instalada. Por primera vez desde 2009 se aprecia una reducción en la tasa de uso de la capacidad instalada en las empresas.

Por su parte, los sectores económicos que más ajustaron su IEE fueron Comercio (-6 puntos a la baja) y Transporte (-9 puntos), lo cual es consistente con el proceso de desaceleración esperado en el consumo interno.

La pérdida de optimismo ha ido de la mano con una percepción significativa de riesgos de recesión en 2012. Las empresas asignan, en promedio, un 45% a la probabilidad de que Chile enfrente un escenario recesivo.

La encuesta fue tomada entre el 20 de diciembre de 2011 y el 6 de enero del presente año.