Un editorial de una importante revista médica canadiense insta este lunes a los médicos a ocultar el sexo de un feto a todas las madres embarazadas hasta las 30 semanas de gestación para evitar el aborto selectivo por sexo por parte de los inmigrantes asiáticos.

Otro artículo en la misma edición de la revista de la Asociación Médica Canadiense (CMA, por su sigla en inglés) advierte que Canadá se ha convertido en “un paraíso para los padres que eliminan a los fetos femeninos en favor de los masculinos” debido a la posibilidad de realizar pruebas prenatales avanzadas y acceder fácilmente al aborto.

“El feticidio femenino que ocurre por millones en India y China, también ocurre en América del Norte en número suficiente como para distorsionar la relación hombre-mujer en algunos grupos étnicos”, indicó el artículo de opinión firmado por el editor en jefe interino del Canadian Medical Association Journal, Rajendra Kale.

Aunque hay pocos estudios que evalúen la frecuencia de esta práctica entre los inmigrantes en Canadá, el editorial apunta a investigaciones que sugieren que la selección del sexo es más común entre los provenientes de India, China, Corea, Vietnam y Filipinas que ya tienen por lo menos una hija.

El artículo cita datos del censo estadounidense de 2000 que muestra más individuos de sexo masculino que femenino entre los hijos nacidos en Estados Unidos de padres asiáticos, y un estudio de 65 mujeres de India en Estados Unidos entre 2004 y 2009 que mostró que un 89% ponía fin a embarazos de fetos femeninos.

Kale estima que cada año en Canadá ocurren varios cientos de abortos selectivos por sexo, según dijo a la AFP.

“¿Se deben ignorar los feticidios femeninos en Canadá porque se trata de un pequeño problema localizado en grupos étnicos minoritarios? No”, dijo en su editorial Kale, un neurólogo nacido en Bombay.

“La solución es retrasar la divulgación de información medicamente irrelevante a las mujeres hasta después de las 30 semanas de embarazo”, señaló.

Canadá declaró ilegales en 2004 las prácticas de fertilidad que aumenten la probabilidad de que un embrión sea de determinado sexo, o que identifiquen un embrión in vitro por sexo por cualquier motivo excepto el de diagnosticar un trastorno ligado al sexo.

Kale dijo que los médicos canadienses deben ir más allá, y prohibir expresamente la divulgación del sexo del feto antes de los siete meses, cuando ya es demasiado tarde para un aborto.

No obstante, dijo que los médicos deben “evitar meter a todos los asiáticos en la misma bolsa y ser injustos con los que se oponen a la selección de sexo”, pero instó a la cooperación de las mujeres de todas las razas para revelar la información del sexo después de las 30 semanas de gestación.

“Postergar la transmisión de dicha información es un pequeño precio a pagar para salvar a miles de niñas en Canadá”, afirmó.

La CMA, el mayor grupo de médicos del país con 70.000 miembros, destacó que el editorial no necesariamente refleja sus puntos de vista.

La controvertida propuesta de Kale fue bien recibida por los grupos conservadores, pero no por los defensores del derecho a elegir, quienes advirtieron que el debate va mucho más allá del aborto selectivo por sexo en los grupos minoritarios.

“Sin duda aprobaremos una prohibición así”, dijo Gwendolyn Landolt, vicepresidente nacional del lobby conservador REAL Women of Canada. “¿Es un derecho saber el sexo de su hijo si se va a utilizar esa información para matarlo?”, cuestionó.

En tanto, Alexia Conradi, directora de la Federación de Mujeres de Quebec, coincidió en que el aborto por selección del sexo es “inaceptable”, pero cuestionó la motivación de los que apoyan medidas formales para evitarlo.

“Hay que preguntarse si retener información es algo bueno cuando el tema es planteado por los conservadores en Estados Unidos y Canadá, cuyo objetivo es hacer retroceder el derecho al aborto”, dijo.