La ex primera dama de Guatemala, Sandra Torres, dijo este sábado ser víctima de una “persecución política”, luego de que un tribunal ordenara su arraigo en el país tras negarse supuestamente a acudir al Congreso a rendir cuentas sobre programas sociales.

“Me siento perseguida y acosada políticamente y lo hago público. Se hace evidente que esta es una acción que responde a presiones y es el inicio de la anunciada persecución política que quieren desatar en contra de mi persona”, denunció en un comunicado Torres, ex esposa del presidente Alvaro Colom, quien entrega el poder este sábado.

Un juzgado guatemalteco ordenó el jueves a la ex primera dama no salir del país para ser investigada, a solicitud del Ministerio Público (Fiscalía) y de los abogados de la vicepresidenta electa, Roxana Baldetti, quien presentó la querella.

La denuncia fue planteada por Baldetti el 20 de abril de 2010, por no haber comparecido a la bancada legislativa del Partido Patriota (PP, derecha) a informar sobre el manejo de los fondos en el Consejo de Cohesión Social, que dirigía Torres.

“Se pasaron más de tres años investigándome y hoy me persiguen políticamente y se dicta una orden de arraigo cuando tan solo una semana antes la juez se había pronunciado de manera diferente”, sostuvo la ex primera dama guatemalteca.

La querella fue planteada por incumplimiento de deberes y desobediencia, y posteriormente se amplió por los cargos de usurpación de funciones y violación a la Constitución, entre otros.

Torres dirigió los programas sociales del gobierno de Colom, de quien se divorció en abril de 2011 para lanzar su candidatura presidencial, intentando eludir una disposición constitucional que prohíbe al cónyuge del mandatario saliente postularse al cargo.

No obstante, tanto el Tribunal Electoral como las máximas cortes del país negaron a Torres la posibilidad de postularse, argumentando que el divorcio constituía un evidente intento de burlar la ley.