Las autoridades se declararon en alerta por la posibilidad de incremento de casos de virus hanta en la provincia de Ñuble como consecuencia de los incendios forestales.

Más de 25 mil hectáreas arrasadas por el fuego dejaron los incendios forestales de Quillón, Ránquil y alrededores, pero más allá de la devastación y la condición de damnificadas en que quedaron cientos de personas, hay un problema menos visible que puede estarse literalmente incubando.

Y se trata de que los bosques silvestres son el habitat natural del ratón colilargo, única especie de roedor que transmite el mortal virus hanta, y que por la destrucción de su entorno quedan expuestas muchas posibilidades de contacto con el ser humano.

Por eso se reunió en Concepción la Mesa Regional de Prevención de Hanta que se declaró en alerta por esta patología, generando acciones como el trabajo directo con las personas que estuvieron combatiendo el fuego y las comunidades aledañas, explicó el representante de la Seremi de Salud en la Provincia de Ñuble y que encabezó la mesa de trabajo, Juan Luís Mena.

También en las medidas de prevención se extendieron a los equipos de los establecimientos de salud para que estén atentos a la detección temprana del Hanta Virus.

Y es que si bien a la fecha, y considerando los períodos de incubación, no hay casos de la enfermedad asociados al megaincendio de Quillón, pese a que más vale prevenir que curar.