La presión de los mercados sobre Italia volvió a remitir este viernes en la nueva emisión de deuda a medio plazo, mientras Grecia trataba de cerrar un acuerdo crucial con sus acreedores privados, condición para pedir nueva ayuda a sus socios europeos.

El Tesoro italiano emitió 4.750 millones de euros en títulos de deuda con vencimiento en 2014 y 2018 con los intereses en baja en el caso de dos de las tres emisiones realizadas.

Esta operación, un nuevo examen que ha mostrado que la presión de los mercados sobre la península remite, se produjo al día siguiente de otra exitosa emisión a corto plazo.

Ha sido en general bien recibida y las Bolsas europeas operaban en verde a media jornada aunque las tensiones no se han disipado de los mercados de deuda.

“Los resultados son moderados, no fantásticos ni terribles pero la emisión española de ayer (jueves) fue mucho mejor” gracias a alta demanda que permitió a Madrid emitir el doble de títulos de lo previsto, subrayó Paul Robinson de Barclays Capital.

Por su parte, para UniCredit esta operación fue “globalmente positiva”, aunque instó a la “prudencia”.

Pese a que las tensiones han remitido, el temor a una caída de Italia sigue estando en los ánimos debido a la colosal deuda del país de 1,9 billones de euros (un 120% del PIB). Este año tiene previsto emitir 450.000 millones de euros.

El diario Corriere della Sera afirma que la canciller alemana, Angela Merkel, “sugirió” al jefe del gobierno italiano, Mario Monti, durante su visita del miércoles a Berlín, que acepte una ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pero el excomisario europeo, que considera que ha hecho todo lo posible para sacar a Italia de la crisis tras la adopción de un nuevo plan de austeridad en diciembre, lo ha rechazado de plano.

Epicentro de la crisis, Grecia sigue negociando contra reloj con los bancos para que le condonen unos 100.000 millones de euros de su también colosal deuda que asciende a 350.000 millones.

El primer ministro Lucas Papademos, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, y los acreedores privados, representados por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que estima que se está acabando el tiempo, se volvían a reunir este viernes.

Un responsable del ministerio de Finanzas griego aseguró el jueves por la noche que el país podría lograr un acuerdo con los bancos a “finales de la próxima semana”. De ello depende una nueva ayuda financiera a Grecia para evitarle la bancarrota.

“Las negociaciones están totalmente encarriladas. Aprovechamos el impulso actual”, dijo este responsable.

Según la prensa griega, las negociaciones tropiezan en particular en los tipos de interés reclamados por los bancos que los griegos consideran excesivos.

Si la participación del sector privado resulta insuficiente, Atenas podría necesitar una ayuda adicional de sus socios europeos, como lo advirtió el ministro adjunto de Finanzas, Philippos Sahinidis.

Por su parte, los europeos alcanzaron el jueves un acuerdo sobre las grandes líneas del pacto para reforzar la disciplina presupuestaria en la zona euro, aunque no fueron tan lejos como exigían algunos.

El objetivo es concluir las negociaciones en la cumbre europea del 29 de enero y firmar el texto a principios de marzo.

Aunque el presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi, pidió el jueves que “sería bueno” que el pacto sea adoptado ya a finales de enero.