El Tribunal Superior de Londres confirmó este viernes la extradición a Estados Unidos de un empresario jubilado británico acusado en ese país de conspirar para vender partes de misiles a Irán.

Christopher Tappin, de 64, niega haber tratado de vender baterías para misiles antiaéreos Hawk que supuestamente iban a ser enviados de Estados Unidos a Irán, pasando por Holanda, y ha dicho en alguna ocasión que creía estar exportando ese producto para la industria automovilística holandesa.

En su larga batalla judicial contra la extradición se declaró también víctima de una trampa tendida por agentes estadounidenses.

Pero tras examinar su recurso de apelación, los dos jueces del Tribunal Superior estimaron que este último argumento era “insostenible”.

Confirmaron así la decisión tomada a principios de 2011 por un juez de primera instancia que dictaminó que Tappin podía ser extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta una pena de hasta 35 años de prisión si es hallado culpable de los cargos que se le imputan.

En su veredicto, el juez dijo entonces que había “amplias pruebas” de que Tappin y sus presuntos cómplices se prestaron “voluntariamente y con entusiasmo” a este supuesto tráfico.

Tras la vista de este viernes, Tappin se declaró “profundamente decepcionado” por la decisión. “Confiaba en el sistema judicial británico para que me protegiera de falsas acusaciones hechas por una agencia gubernamental que opera claramente fuera de la ley en Estados Unidos”, dijo a la prensa.

Interrogado sobre cuál sería el siguiente paso, contestó: “Consideraré todas mis opciones y haré lo que pueda para hacer que termine esta pesadilla”.