El abogado defensor en jefe de los tribunales de crímenes de guerra de Guantánamo pidió a los defensores protestar por la orden del comandante de la base de inspeccionar sistemáticamente todas las comunicaciones entre detenidos y sus abogados.

Las nuevas reglas “no permiten proteger adecuadamente las comunicaciones privilegiadas entre abogado y cliente”, escribió el coronel Jeffrey Colwell en un memorándum dirigido a los abogados que defienden a los detenidos en esa base estadounidense, en Cuba.

“Estas órdenes obligan a revelar ilegalmente información relacionada con la representación de un cliente, violando las reglas de conducta profesional”, dijo.

Bajo esas normas, que entraron en vigor el 27 de diciembre de 2011, un equipo del Departamento de Defensa, así como agentes de inteligencia y fuerzas de seguridad supuestamente deben vigilar las comunicaciones entre abogado y cliente e informar al comandante de la base, almirante David Woods.

El objetivo de esa nomrativa es evitar que las comunicaciones contengan información que puedan resultar “en un daño inmediato y sustancial para la seguridad nacional” y evitar actos de violencia, entre otros.

“Una vez más, las acciones del gobierno muestran exactamente por qué estos casos tienen que estar en la corte federal en la que se establecen las reglas, de forma equitativa y eficaz”, dijo Zachary Katnelson, abogada integrantes del proyecto de seguridad nacional de la Unión nacional de la libertades Civiles Estadounidenses.

La prisión, que recibió en 2002 sus primeros detenidos llegados desde Afganistán, alberga 171 hombres de 779 que fueron detenidos, la mayoría sin juicio. En total 89 de ellos han sido considerados “liberables” por los militares, pero el retorno a sus países de origen está prohibido por una ley votada en el Congreso.