El jefe regional del cártel de los Zetas detenido el miércoles en el norte de México era el líder de la célula que mató a Jaime Zapata, agente del servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, en febrero de 2011, informó el viernes el ejército.

Luis Jesús Sarabia Ramón, alias ‘Pepito’, detenido el miércoles con uno de sus cómplices, fue designado en 2010 por los máximos dirigentes del cártel de los Zetas como jefe regional en los estados de Aguascalientes, Coahuila y San Luis Potosí, en el norte del país.

“Cuando desempeñaba esta función se suscitó la agresión contra dos agentes especiales de la Agencia de Aduanas e Inmigración de Estados Unidos” en una carretera de San Luis Potosí que dejó al agente Zapata muerto y a su compañero herido, dijo Ricardo Treviño, vocero del Ejército durante la presentación de los dos detenidos.

Sarabia era el jefe de Julián Zapata, alias el ‘Piolín’, quien fue extraditado a Estados Unidos como responsable de haber disparado contra los agentes estadounidenses.

Al momento de su detención ‘Pepito’ Sarabia encabezaba las actividades delictivas de los Zetas en Nuevo León y Tamaulipas, dos entidades fronterizas con Estados Unidos, donde ese cártel mantiene una guerra contra su antiguo aliado, el cártel del Golfo.

‘Pepito’, quien ingresó a la organización en 2005, ascendió rápidamente dentro de la estructura criminal por su “actuar violento”, señaló Treviñó, quien le atribuyó haber ordenado la muerte de al menos 50 personas y el secuestro y extorsión de unos 20 empresarios.

El detenido es considerado por por las autoridades cercano a los líderes de los Zetas, Heriberto Lazcano alias ‘El Lasca’ y Miguel Treviño Morales alias el “Z 40″.

Los Zetas son una organización fundada por ex militares desertores que se convirtieron a finales del siglo pasado en el brazo armado del cártel del Golfo, ambas organizaciones surgidas en Tamaulipas, sobre el Golfo de México. Tras cinco años de despliegue militar antidroga, los conteos oficiales y de prensa señalan casi 50.000 muertes en México, derivadas de pugnas entre cárteles y de éstos contra militares y policías, así como de un número indeterminado de civiles ajenos al conflicto.