Un peritaje francés concluye que el avión del presidente ruandés Juvenal Habyarimana, considerado como el detonante del genocidio, fue derribado en 1994 por misiles disparados desde el campamento militar de Kanombe controlado por tropas leales, lo que exculpa a los allegados al actual presidente Paul Kagame.

El peritaje publicado el martes “confirma la hipótesis de disparos de misiles desde el campamento de Kanombe”, cerca del aeropuerto de Kigali y “nuestros clientes que fueron injustamente acusados y perseguidos por años se encuentran confortados en sus posiciones”, dijo el abogado Bernard Maingain, que defiende a los siete acusados, tras la presentación del informe.

“El caso va a acabar y continuaremos nuestro combate”, agregó Maingain que añadió que reclamaría un sobreseimiento para sus clientes.

En una primera reacción Kigali estimó que el informe “hace justicia” a la posición del gobierno ruandés.

El 6 de abril de 1994 por la noche, un avión Falcon 50 que transportaba al presidente hutu ruandés Juvenal Habyarimana y a su homólogo burundés Cyprien Ntaryamira, fue derribado en fase de aterrizaje en Kigali por misiles tierra-aire.

Este atentado fue considerado como el detonante del genocidio que dejó al menos 800.000 muertos, según la ONU, la inmensa mayoría de ellos de la minoría tutsi.

La presencia de miembros de la tripulación de la aeronave de nacionalidad francesa permitió el inicio de una investigación en Francia.

La investigación instruida por el juez antiterrorista Jean-Louis Bruguiere terminó en 2006, con la publicación de nueve órdenes de captura contra allegados al presidente Kagame que, en 1994, dirigía a la rebelión tutsi del Frente Patriótico Ruandés (FPR).