El ministro francés del Interior, Claude Guéant, partidario de la lucha contra la inmigración clandestina, anunció este martes un fuerte aumento de las expulsiones de extranjeros en 2011, que alcanzó la cifra de 32.922 personas.

“Esta cifra es superior a la meta de 28.000 que nos habíamos fijado inicialmente. Es el mayor nivel jamás alcanzado”, afirmó el ministro en una rueda de prensa, en la que adelantó que el objetivo para 2012 sería la expulsión de 35.000 extranjeros indocumentados.

Considerado cercano al presidente Nicolas Sarkozy, Guéant aboga defiende a la vez la lucha contra la inmigración ilegal, pero también aboga por una reducción de la inmigración legal.

El ministro presentó el balance de 2011 cuando faltan tres meses para la primera vuelta de las elecciones presidenciales en las que Sarkozy debe buscar la reelección, aunque todavía no anunció formalmente su candidatura.

La inmigración es un tema recurrente en las campañas electorales francesas. En esta cuestión, la derecha de Sarkozy se enfrenta a la competencia de la ultraderecha, cuya candidata Marine Le Pen dispone actualmente en las encuestas de 15% de intenciones de voto.