La Federación Internacional de Fútbol (FIFA), que anunció medidas destinadas a luchar contra los partidos amañados, divulgó este martes unos documentos de una persona que trataba de apañar encuentros que demuestran hasta qué punto se puede corromper.

“Queremos dos goles encajados en la primera parte y tendrás el derecho a marcar un tanto después del cuarto gol. La recompensa será de 100.000 dólares”, unos 78.000 euros, escribió Raj en un email dirigido a un equipo nacional cuyo nombre fue borrado por la FIFA.

El correo, que data de agosto de 2008, fue divulgado por la institución en una conferencia de prensa destinado a presentar las nuevas herramientas de la federación contra los arreglos de partidos.

El documento, así como otras emisivas, provenían de Wilson Raj Perumal, de Singapur residente en Londres especializado en partidos amañados.

El individuo fue arrestado en febrero de 2011 en Finlandia donde actualmente cumple una pena de dos años por haberlo hecho en el país nórdico.

Mientras que la FIFA intenta erradicar un fenómeno que aporta entre 5.000 y 15.000 millones de euros por año a las organizaciones criminales, la correspondencia de Perumal sacaba a la luz las prácticas mafiosas sólidamente ancladas en las apuestas deportivas.

“Puedo influenciar el partido contra o en tu favor, déjame hacerlo”, prosiguió Raj Perumal en otro email, pidiendo permiso a su interlocutor de juntar un equipo de menos de 21 años para un torneo arreglado antes de que se celebrara en noviembre.

En otro correo de 2009, titulado “torneo de jóvenes de cuatro naciones”, solicita a su interlocutor “no complicarle la vida al decir que va a ganar, ordenando al destinatario del email que confíe “puesto que hay una gran suma de dinero por conseguir”.

En las letras encontradas en el domicilio de Perumal de cuyo nombre del destinatario está manchado por la FIFA por razones de protección de los datos, esta última explica sus motivaciones.

“Crecí en una región donde las apuestas de fútbol y los partidos amañados forman parte del estilo de vida”, explicó.

En el mundo de los encuentros trucados, admite ser un ‘mickey’, puesto que “hay actores más importantes en el mercado”.

Permural también relata porqué es fácil de corromper a algunos jugadores, cuerpo técnico y agentes en un país donde el fútbol no es suficiente para sobrevivir.

“Los jugadores que conozco vivían en condiciones atroces. En seis meses, su vida dio un giro de 360 grados. Ellos han sido capaces de comprarse una casa, sus niños pueden ir a las mejores escuelas”, prosiguió.

Según Perumal, “tuve jugadores que me agradecieron por haberles dado esta oportunidad” de ganar dinero gracias a los partidos arreglados.

En otra carta, Perumal explica que “la mayoría de las federaciones o equipos de fútbol tienen problemas. Cuando te diriges a ellos para proponerles un adversario que se encarga de los gastos para disputar un amistoso, te acogen con los brazos abiertos.