Comenzó la reconstrucción de la única vivienda destruida por el terremoto de febrero de 2010 en el sector de Maile en la comuna de San Pablo, gracias al aporte de privados, el Municipio de la zona y gestiones propias.

La casa no soportó la fuerza del sismo, evento que marcó la vida de la afligida propietaria. Con 2 hijos y su padre con una enfermedad terminal, no tenía donde vivir, por lo que comenzó a buscar ayuda.

Fue entonces cuando el Municipio local le regaló una mediagua, y le accedió vivir en una sede social de la comuna. El dinero de algunos parlamentarios, una donación en materiales de construcción desde la Gobernación provincial de Osorno y una campaña económica organizada por la CUT local, le permitió realizar algunas mejoras, que aún eran insuficientes.

No obstante, tras ofrecerle orientación para adquirir una vivienda a través de subsidios, las opciones de reparar su vivienda se esfumaban en promesas que nunca se concretaban.

La palabra que más grafica lo vivido por María Luisa Valderas durante estos casi 2 años, es decepción de las autoridades de Gobierno locales.

Por otra parte, Valderas confesó que rechazó una nueva ayuda económica de la Gobernación por las constantes demoras que sufrió.

Finalmente, la ansiada reconstrucción no llegó de las manos del Gobierno, sino más bien de empresas privadas que vienen a demostrar que cuando más se necesita la solidaridad de los chilenos funciona.