Estados Unidos condenó la sentencia a muerte en Irán contra el ex marine estadounidense-iraní Amir Mirzai Hekmati, y dijo que las acusaciones de que trabajaba para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) son “falsas”.

“Hemos visto los informes de la prensa iraní acerca de que el Sr. Hekmati había sido sentenciado a muerte por una corte iraní. Si es cierto, condenamos duramente semejante veredicto y trabajaremos con nuestros socios para expresar nuestra condena al gobierno iraní”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor.

“Las acusaciones según las cuales Hekmati trabajaba para la CIA o que fue enviado por (la agencia estadounidense de inteligencia) a Irán son falsas. El régimen iraní es conocido por acusar de espionaje a personas injustamente, obtener confesiones por la fuerza y detener a estadounidenses inocentes por razones políticas”, estimó Vietor.

En un momento en que Estados Unidos e Irán no tienen relaciones diplomáticas desde 1979 y que los intereses estadounidenses en Irán son representados por la embajada de Suiza, Vietor instó al gobierno iraní a “dar inmediatamente acceso a Hekmati a (diplomáticos) suizos (…) y a liberarlo sin demora”.

Según la agencia iraní Fars, Hekmati, de 28 años, fue “declarado culpable de colaboración con un país hostil y de espionaje para la CIA”, por lo que fue condenado a muerte por el tribunal revolucionario de Teherán.

El joven también fue declarado culpable “de tentativa de acusar a Irán de estar implicado en actos terroristas”, según la misma fuente.

Este caso podría enfriar aún más las relaciones entre Irán y Estado Unidos, luego de las nuevas sanciones contra el programa nuclear iraní y las amenazas de Teherán de cerrar el estrecho de Ormuz -un canal estratégico para el tráfico marítimo petrolero del mundo-, en caso de que los países occidentales impongan sanciones contra las exportaciones iraníes de petróleo.