Consciente aunque aún afectado por los efectos de los sedantes se encuentra Gonzalo Contreras, el brigadista que quedó con el 25 por ciento de su cuerpo quemado en la tragedia de Carahue.

El último parte médico dado a conocer por el médico Ricardo Roa, jefe del departamento de cirugía plástica y quemados del Hospital del Trabajador, señala una notable recuperación lo que permitió desconectarlo de ventilación mecánica y retirarle la intubación.

El panorama médico para Gonzalo Contreras es algo mejor aunque el riesgo por las infecciones es latente, por lo que mañana será sometido a un aseo quirúrgico.

En tanto Juan Maril, que tiene el 6% de su cuerpo quemado, está en buenas condiciones de salud.

El médico Ricardo Roa detalló que Contreras va a quedar con algún tipo de secuela, sin embargo la preocupación por ambos pacientes pasa por el golpe emocional.

Este sábado Gonzalo Contreras va a ser sometido a un largo proceso de injertos para reducir el riesgo de infección y acelerar el trabajo de rehabilitación.

Paralelo a la atención de estos brigadistas, ya el ministerio de Salud activó su red hospitalaria para brindar atención a familiares y víctimas de los incendios forestales.

El Subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, sostuvo una videoconferencia con los directores de los servicios Araucanía y Bío-Bío, a fin de agilizar el trabajo de atención.

Castillo sostuvo que una vez que se cuente con el catastro de las gobernaciones sobre damnificados y afectados, se elaborará un plan gratuito de atención sicológica.

Tras los buenos pronósticos médicos de los dos brigadistas quemados, Ricardo Roa indicó que los plazos estimados para altas médicas rondan en las tres semanas para Julio Maril y de dos meses para Gonzalo Contreras.