Brasil puso en marcha este lunes un plan especial de emergencia para hacer frente a una fuerte temporada de lluvias que deja más de una docena de muertos y coloca en alto riesgo a miles de personas en el sureste del país, anunció el gobierno.

La presidenta Dilma Rousseff ordenó movilizar las instituciones de socorro y realizar evacuaciones en las zonas en peligro ante los pronósticos de intensas lluvias en las siguientes 48 horas, informaron en rueda de prensa los ministros de Salud, Gobierno, Integración Nacional, y Ciencia y Tecnología.

“Evitar muertos es nuestra prioridad número uno”, afirmó la ministra jefe de gabinete, Gleisi Hoffmann.

La emergencia se concentra en los estados de Minas Gerais, Espírito Santo y Rio de Janeiro, este último escenario hace un año una tragedia con más de 1.300 muertos y desaparecidos a causa de deslizamientos que azotaron la región serrana.

Este lunes, al menos tres personas murieron y otras 14 están desaparecidas tras un alud de tierra en Sapucaia, en el norte del estado de Rio, con lo que aumentó a 16 el número de muertos en la temporada de lluvias que comenzó a finales de 2011 y se intensificó en la última semana, según autoridades de socorro.

“En Brasil, el 58% de las tragedias naturales son inundaciones. Estamos lanzando una alerta cada vez más precisa, movilizando activamente a la defensa civil, que no puede bajar la guardia un momento, especialmente en las siguientes 48 horas”, dijo el ministro de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante.

Según el funcionario, la temporada de lluvias deja 2,5 millones de afectados, entre evacuados, familias sin techo o que perdieron bienes, y en algunas partes se han registrado inundaciones de niveles históricos.

El plan activado por el gobierno incluye, además, créditos a los municipios perjudicados e instrucciones a los cuerpos de socorro para evacuar a las familias en riesgo cuando “la alerta sea alta o muy alta”, indicó el ministro de Integración Nacional, Fernando Bezerra.