El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad partió el domingo de Teherán para iniciar una gira de cinco días por Venezuela, Nicaragua, Cuba y Ecuador, con la finalidad de fortalecer los vínculos entre Irán y esas naciones, provocando la indignación de Estados Unidos.

“Nuestras relaciones con los países de América Latina son muy buenas y se desarrollan. La cultura de los pueblos de esa región y sus exigencias históricas se asemejan a las demandas del pueblo iraní. Se trata de pueblos que tienen un pensamiento anticolonialista, es por eso que ellos resisten ante el régimen de la opresión”, declaró Ahmadinejad refiriéndose a Estados Unidos, antes de viajar a Venezuela.

“América Latina era una región que el régimen de la opresión consideraba como su patio trasero y donde pensaba que podía hacer lo que quería, pero actualmente los pueblos de esas regiones se han despertado y actúan en forma independiente”, agregó.

“En estos cuatro países, vamos a discutir sobre cuestiones regionales e internacionales y de la voluntad del régimen de la dominación de intervenir en los asuntos de los otros países y de su presencia militar” en todo el mundo, añadió el presidente iraní en referencia a Estados Unidos.

El viernes pasado, Washington pidió a los países de América Latina que “no profundicen sus vínculos” con el presidente iraní, mientras aumenta la presión para convencer a Irán de renunciar a su controvertido programa nuclear.

“Conforme el régimen (iraní) se siente más y más presionado, busca desesperadamente amigos y viaja frenéticamente a lugares interesantes para encontrar nuevas amistades”, declaró la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, al ser interrogada sobre la visita de Ahmadinejad a la región.

“Estamos dejando absolutamente claro a los países de todo el mundo que no es el momento de profundizar los vínculos, ni los de seguridad ni los económicos, con Irán”, afirmó Nuland ante la prensa.

Estos cuatro países, hostiles a Estados Unidos, se acercaron en los últimos años a Irán, especialmente Venezuela, cuyo presidente Hugo Chávez visitó Teherán en nueve oportunidades en los 13 años que lleva en la jefatura del Estado.

Antes de viajar a Venezuela, primera parada de su gira latinoamericana, Ahmadinejad calificó a Chávez de “héroe de la lucha contra la opresión” que actúa para que “cese la dependencia política y económica de toda América Latina” con respecto a Estados Unidos.

Ahmadinejad también saludó “al pueblo revolucionario de Nicaragua (cuya) revolución es gemela de la revolución iraní”.

El presidente iraní anunció que durante su gira inaugurará varios proyectos y firmará nuevos contratos con cada uno de los países que visitará.

Por ello, Ahmadinejad está acompañado en su viaje por una fuerte delegación ministerial: Ali Akbar Salehi (Relaciones Exteriores), Shamsedin Hoseini (Economía), Mehdi Ghazanfari (Industria, comercio y minas) y Majid Namju (Energía).

El gobierno norteamericano ha manifestado en repetidas ocasiones su preocupación ante el fortalecimiento de los vínculos entre Irán y los países latinoamericanos.