Luperpedia es un enjambre de imágenes para repensar el mundo.

‘Luperpedia’ es un espectáculo de cerca de 75 minutos de duración en el que Peter Greenaway, cineasta de formación pictórica y comprobada vocación visual, despliega un abigarrado flujo de imágenes sobre cinco pantallas gigantes alineadas como un gran telón. Él controla las imágenes desde una gran consola touch-screen, de pie, como un director de orquesta ante un conjunto de instrumentos virtuales.

Precisamente, ‘Luperpedia’ se articula como un relato que funciona con códigos musicales y visuales antes que cinematográficos. Greenaway ha proclamado ya desde hace años la ‘muerte del cine’ (entendido como instrumento capaz de crear arte y reflexión intelectual) y el advenimiento de un nuevo lenguaje estructurado a partir de las múltiples posibilidades de combinatoria que permiten las tecnologías digitales.

En rigor, el director de ‘El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante’ (1989) ha trabajado en esta línea desde ‘La tempestad’ (1991), filme que revisaba la obra homónima de Shakespeare con intensas texturas de diálogos, música e imágenes y muy lejos de los conceptos de ‘puesta en escena’ y ‘narración’ propios del cine.

La apuesta consiste, en definitiva, en quebrar toda linealidad del relato y generar asociaciones diversas en la mente de cada espectador sobre la base de imágenes (el leit-motiv son las bombas atómicas detonadas después de la Segunda Guerra Mundial por EE. UU., Francia y el Reino Unido) que entran, se reiteran y se entrecruzan como conjuntos de blancas, negras y corcheas visuales ejecutadas sobre una banda sonora que combina voces, estallidos de bombas, arias de ópera y sonidos de muy distintas naturalezas.

A través de este océano audiovisual navega el contenido de las maletas de un cierto Tulse Luper, personaje que apenas se vislumbra y quien nos lleva a recorrer, desde la Primera Guerra Mundial, todo el siglo XX. Greenaway recupera aquí, justamente, imágenes de su película en dos partes ‘Las maletas de Tulse Luper’ (2003 y 2004), todas de magnífica composición estética, y con las cuales introduce una relación a la vez de admiración y aniquilamiento hacia el clasicismo, siempre en un vértigo barroco que no da pausa al espectador. Tulse Luper es el testigo de un tiempo marcado por la guerra, la destrucción, el autoritarismo y el quiebre de un patrón moral de humanidad.

¿Liquida el cine esta búsqueda de Greenaway? En ningún caso. Sin duda existe hoy un gran volumen de películas atrapadas en fórmulas puramente comerciales, pero ninguna de ellas hace mella al poder de la narración cinematográfica para plantear ideas, análisis y emociones auténticas y profundas. Abre nuevos caminos el enjambre sensorial del autor británico? Sí, dado que la tecnología digital exige y hace posible articular discursos acordes a las dinámicas multitasking contemporáneas, al tiempo que redefine cánones de ‘belleza’ visual, asunto que Greenaway maneja muy bien.

Sería interesante, por ejemplo, ver este mismo esquema conceptual aplicado a un contenido sobre la historia reciente de Chile. Sin duda, la distancia emocional que sentimos con ‘Luperpedia’ se desvanecería y señalaríamos que este camino intrincado y ajeno a las concesiones es una herramienta muy apta para analizar los cambiantes tiempos que se avecinan.