Duras críticas realizó el gobernador Renato Paredes a las autoridades anteriores en el manejo del conflicto que enfrente a Endesa con las familias pehuenches cuyo cementerio fue inundado por la construcción de la central hidroeléctrica Ralco, en Alto Bío-Bío.

Dichas críticas surgen a raíz del anuncio de los representantes de los afectados por la inundación del panteón Quepuca que harán una protesta en el acceso a la generadora, debido a la demora en la solución del conflicto que se arrastra por más de siete meses.

Según Paredes, las autoridades precedentes tuvieron un trato blando con Endesa a la hora de fijarle las condiciones para cumplir con los afectados.

A su juicio, en la administración anterior no se tomaron los recaudos para asegurar que la generadora diera cuenta de manera de efectiva a los compromisos.

Pese a lo anterior, el gobernador de Bío-Bío sostuvo que seguirán propiciando el diálogo entre las partes para lograr un acuerdo que ponga fin a un conflicto que se arrastra por más de 7 años.

Además de las familias afectadas por la inundación del cementerio pehuenche por la central Ralco, se suma otro grupo que reclama porque la generadora aun no cumple la totalidad de los compromisos cuando aceptaron entregar sus tierras para la construcción de la represa.