Casi un millar de familiares de reos, que se niegan desde el lunes a abandonar la cárcel de Yare (cerca de Caracas) en protesta por las condiciones de detención, pidieron negociar con el gobierno con la mediación de las ONG, afirmó este miércoles a la AFP una de estas organizaciones.

“La situación sigue siendo la misma, (…) no hay violencia hasta el momento. Están pidiendo que vaya la ministra (de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela) para negociar con ellos”, dijo Carlos Nieto, coordinador general de la ONG Una Ventana por la Libertad, citando a familiares y reos de las cárceles de Yare I y Yare II.

Un total de 800 mujeres, 150 niños y adolescentes y 5 hombres aprovecharon la pernocta de fin de año, una costumbre autorizada desde 2008 por el gobierno, que les permite pasar la noche con sus familiares presos, para recluirse voluntariamente a modo de protesta por las condiciones de detención y retrasos judiciales.

Los afectados piden además la mediación de “una comisión de derechos humanos y de las ONG”, señaló Nieto, aunque duda que el gobierno autorice la presencia de estas organizaciones sobre el terreno.

El martes, Varela acusó a sectores venezolanos de querer sacar “provecho político” de la situación y afirmó que “ninguna de las ONG financiadas por la CIA conoce la realidad de las cárceles” y además buscan crear zozobra entre la población en las redes sociales.

La ministra definió la situación como un “autosecuestro” y anunció que su despacho “no se cansará de hablar y hacerlos entrar en razón”, y advirtió que “esa no es la manera de presionar”.

La incorporación del millar de familiares empeora la situación en el penal, donde ya hay un hacinamiento de “casi 400%”, según Nieto.

Según organizaciones no gubernamentales, en las prisiones de Venezuela mueren unos 300 reos al año como consecuencia de la violencia. Según datos del gobierno, en las cárceles hay actualmente unos 50.000 reclusos, pese a que sólo hay capacidad para 14.000.