14 de los más de 60 testimonios recopilados por la Policía de Investigaciones dan cuenta de presuntos abusos deshonestos cometidos por el sacerdote belga Alfonso Gielis, en el período que estuvo a cargo del hogar de menores indígenas en Santa Bárbara, a principio de los ’90.

Así lo reveló la indagación pedida por la justicia belga que, vía exhorto, solicitó a su similar de Chile que investigara las denuncias en contra del religioso que estuvo entre los años ’80 y ’90 en la zona de Bío-Bío.

Dichos antecedentes ya se remitieron a la magistrada Norma Elgueta, del Segundo Juzgado del Crimen de Los Angeles, por parte de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores de la policía civil.

La Brisexme buscó a potenciales víctimas y testigos de los hechos entre los años 1985 y 1992, cuyo informe definitivo -de unas 150 hojas- está en manos de la jueza que debe decidir nuevas diligencias o si envía la información a Bélgica.

El caso data de 1992 cuando cuatro menores, a través de cartas, denunciaron que el religioso cometía abusos sexuales en contra de ellos, los cuales fueron admitidos por el sacerdote pero finalmente desestimados por el tribunal, que sobreseyó la causa.

Sin embargo, la indagación actual reveló que en los 14 abusos reportados, también se cuentan casos de niñas. Un dato es que la mayoría de los casos nunca antes fueron confesados por sus víctimas.

En el informe aún restan dos testimonios clave que no fueron recopilados por la policía civil, uno de las cuales corresponde a un ciudadano chileno en Suiza quien aportó numerosa información de hechos y personas en una carta que escribió hace 20 años.