Un negativo balance en materia medioambiental realizó la Fundación Terram sobre el 2011 que termina, destacando como lo peor la aprobación por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental respectiva del proyecto HidroAysén y el retraso en la implementación de la nueva institucionalidad ambiental.

“El año en que el Gobierno reveló sus intereses y la Ciudadanía también”, se titula el Balance Ambiental 2011 elaborado por Fundación Terram para dar cuenta de los sucesos que marcaron el acontecer ambiental registrado en los doce meses del año y en él se da cuenta de una Superintendencia de Medio Ambiente sin poder de fiscalización y se critica la alta rotación de ministros de Energía, “lo que ha restado estabilidad y ha dificultado la discusión respecto al diseño e implementación de una política energética segura y diversificada para Chile”.

Asimismo la Fundación Terram cuestionó como uno de los puntos negros la aprobación por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental de Atacama de la central termoeléctrica Castilla (2.354 MW) del empresario brasilero Eike Batista, que de materializarse sería la más grande de Sudamérica.