El ejército sirio mató a al menos 13 civiles este jueves en Siria, según opositores, mientras la comunidad internacional pidió al régimen de Bashar al Asad que permita a los observadores de la Liga Árabe visitar todas las ciudades y regiones afectadas por las protestas.

En la ciudad de Duma, al norte de Damasco, al menos cuatro personas fallecieron y unas 20 resultaron heridas cuando las fuerzas de seguridad dispararon contra “decenas de miles” de personas que se manifestaban a las afueras de la Gran Mezquita de la ciudad, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Uno de los civiles “murió por las heridas y hay mucha gente que se encuentra en estado crítico”, precisó la organización, basada en Reino Unido.

Según el OSDH, el tiroteo coincidió con la llegada del equipo de observadores de la Liga Árabe a la ciudad, que lleva a cabo su tercer día de misión y que recibió el jueves la aprobación de China.

El Observatorio afirmó asimismo que las fuerzas de seguridad mataron a tres personas en los suburbios de Arbin y Kiswah, cerca de la capital, dos civiles más en la provincia de Idlib (norte) y otros cuatro en la ciudad de Hama (centro).

“Las fuerzas de seguridad han asaltado un hospital privado en Hama y están deteniendo a los heridos”, añadió la fuente.

Según la organización humanitaria, “enormes manifestaciones” se estaban desarrollando en los barrios de Hamidiyeh y Bab Qubli de Hama.

El OSDH aseguró, además, que más de 70 civiles han perdido la vida por los ataques de las fuerzas de seguridad desde la llegada de los observadores al país el pasado lunes.

Aprovechando la presencia de los expertos en territorio sirio, los opositores del régimen de Al Asad pidieron a los ciudadanos a través de Facebook que tomen las calles del país el viernes, día de oración y descanso para los musulmames y en el que se convocan las grandes protestas de la semana.

“El viernes nos manifestaremos por la libertad, con el pecho descubierto”, sostuvieron los impulsores de la Syria Revolution 2011.

“Nos manifestaremos como lo hicimos en Homs (centro) y Hama, donde sólo llevamos ramas de olivos para enfrentarnos a las bandas de Bashar (al Asad), que nos atacaron con balas y armas”, se jactó el movimiento.

El director del OSDH, Rami Abdel Rahmán, recordó que los observadores deben oir la voz de los manifestantes, y describió la misión de la Liga Árabe como un “rayo de luz” en un túnel oscuro.

“La iniciativa de la Liga Árabe es el único rayo de luz que vemos ahora”, dijo Rahmán a la AFP.

“La presencia de los observadores en Homs rompió la barrera del miedo”, aseguró.

Según la organización opositora, unas 70.000 personas se echaron a las calles de Homs el martes coincidiendo con la visita del equipo de expertos de la Liga Árabe.

Las fuerzas de seguridad dispersaron a la multutid con gases lacrimógenos y disparos, lo que provocó que los observadores finalizaran repentinamente su visita a la ciudad, donde centenares de personas han perdido la vida desde que el régimen sirio inicio la sangrienta represión en marzo.

Estados Unidos, Francia y la organización Human Rights Watch advirtieron a Damasco que no oculte a los observadores lo que está sucediendo en el país.

París denunció además que los expertos no pudieron entrar en Homs después de que los vecinos del barrio de Baba Amro impideran la entrada de la misión, ya que un oficial del ejército sirio acompañaba a los observadores.

El general Mohamed Ahmed Mustafá al Dabi, un veterano oficial de los servicios de inteligencia militar de Sudán que lidera el equipo de la Liga Árabe, contó a la AFP que la visita a Homs fue “bien” y que las autoridades sirias estaban cooperando.

La misión forma parte de un plan árabe aceptado por Siria para conseguir el final de la represión en las ciudades y distritos opositores al régimen, que ha dejado unos 5.000 muertos según la ONU, y la liberación de los detenidos.