El número de viviendas hipotecadas en España, indicador de la actividad inmobiliaria del país, volvió a caer en octubre, alcanzando su nivel más bajo desde hace al menos ocho años, según datos publicados el miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En total, 22.193 viviendas fueron hipotecadas en octubre, es decir un 43,6% menos que en el mismo periodo hace un año y un 28,0% menos que en septiembre de 2011.

Este es el nivel más bajo desde que comenzó esta serie estadística en 2003. Si bien no es directamente comparable, este dato también es inferior a los registrados en la anterior serie, que se remonta a 1994.

El total del capital prestado en octubre, 2.356 millones de euros (unos 3.080 millones de dólares), es un 46,5% inferior al de hace un año y un 31,7% más bajo que el mes anterior.

En España, la mayoría de las personas que adquieren una vivienda suscriben una hipoteca para poder financiar esa compra.

La crisis financiera mundial combinada con el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 sumergió al país en una profunda crisis de la cual se debate por salir, mientras numerosos economistas temen una recaída de la economía española a inicios del 2012.

España había salido a inicios del 2010 de una recesión de más de 18 meses.

“Los próximos dos trimestres, que nadie se engañe, no van a ser sencillos, tanto desde el punto de vista del crecimiento como desde el punto de vista del empleo”, declaró el lunes el ministro de Economía, Luis de Guindos, si bien se esforzó por no utilizar la temida palabra “recesión”.

Buscando financiación en los mercados internacionales, inquietos y castigados por tasas muy elevadas para las deudas de morosos, (principalmente de los créditos susceptibles de no ser pagados), los bancos son reticentes a la hora de otorgar créditos, lo que explica la caída de las hipotecas.